Psicología Gestalt y EMDR en Marbella y online con Gisele Alazraki
¿Te identificas con alguno de estos pensamientos?
- “Cada día siento que me ahogo y por más que pienso en qué me pasa, no lo entiendo…”
- “Aunque lo tengo todo, no me siento bien y no tengo fuerzas ni para levantarme…”
- “No paro de recordar y revivir ese momento, y cada vez que lo hago me duele como si fuese hoy…”
- “Todos dicen que ya lo superé y quiero ser positiva, pero me da pánico la próxima revisión…”
- “Cada noche, revivo la última vez que estuvimos juntos antes de su muerte y me reconcome…”
- “Veo a mi hijo sufrir y quiero ayudarle, pero no sé cómo y me siento mala madre…”

Hola, soy Gisele Alazraki, psicóloga gestáltica especialista en EMDR
Puedo ayudarte a través de una relación terapéutica segura a integrar y reorganizar tus diferentes partes internas, para conectar tu historia con tu sentido vital.
En mi consulta te ofrezco un ambiente seguro, agradable y cálido donde…
- Sanar tus heridas.
- Identificar qué necesitas y conectar con tu propósito vital.
- Atravesar el miedo y descubrir qué se esconde detrás de él.
- Vaciar esa mochila que tanto te pesa.
- Cerrar el episodio de esa pérdida que marcó tu vida.
- Poder manejar emocionalmente un diagnóstico.
- Resolver los conflictos que tienes con tus hijos o tus padres.

Así trabajaremos en la sesión
Terapia Gestalt
Acércate a la toma de conciencia, la autorrealización y el desarrollo personal y emocional.
Terapia EMDR
Supera acontecimientos traumáticos mediante movimientos oculares o estimulación bilateral guiada.
Intervención Biográfica
Observa y reflexiona para comprender tu vida y habitarla con sentido y trascendencia.
Otros pacientes quieren que conozcas su historia
Mi hija no quería ir al colegio, entraba y salía llorando y por las noches tenía pesadillas, se despertaba llorando y con mucha ansiedad. Tras un tiempo de terapia con Gisele y seguir las pautas que ella nos indicó, mi hija empezó a sentirse más segura de ella misma, empezó a poner límites a las personas que le faltaban el respeto. Fue un gran cambio.
Mi hija ahora es una persona más segura de ella misma, tiene sus ideas propias y no se deja llevar por lo que piensen los demás para ser aceptada. Sabe poner límites a las demás personas cuando está en una situación que no le gusta o no le hace sentir cómoda.
Gisele nos ayudó mucho, no sólo a mi hija, sino a toda la familia. Transmite mucha paz y cuando sales de su consulta ves todo con otros ojos. Recomendable 100%.
Con la terapia me empecé a sentir mejor conmigo misma, a que las cosas que antes me molestaban dejaran de hacerlo. Eso provocó que mi estado de ánimo mejorara e incluso empecé a ir contenta a trabajar.
Comprendí que me había dejado de querer, me había abandonado y en cuanto me puse a trabajar en ello progresé de manera muy rápida. Lo que más me motivaba de quererme bien a mi misma era porque eso es la clave para querer bien a los que te rodean. Ahora me siento mejor que nunca, mejor incluso que cuando estaba bien. Estoy feliz, calmada, apacible y segura.
He tenido una gran suerte en encontrar una profesional como Gisele . Sabe hacerte las preguntas oportunas y sabe cómo hacerte reaccionar, te da las armas que necesitas para trabajar en tí misma. Con ella aprendí a quererme.
Experimenté una evolución enorme, en primer lugar a la hora de gestionar/solucionar problemas o sucesos, yo me sentía genial conmigo misma, empecé a ver las cosas desde una perspectiva diferente y eso me ayudó mucho.
Ahora sigo sintiéndome genial conmigo misma, ese sentimiento de sentirme sola, desapareció.
Quiero dar las gracias por el gran trabajo que realizas con las personas.
Tomé conciencia que no sólo de pan vive el hombre, es decir, la quimio no iba a obrar milagros, siendo que mi mente saboteaba todo lo que llegaba. Busqué inmediatamente a alguien que me ayudara, en esta guerra conmigo mismo, apareció Gisele “la psicóloga”. Ella con su profesionalidad y muy paso a paso comenzó a ayudarme a amueblar de nuevo mi psiquis, a colocar los calcetines en el cajón correspondiente, las camisetas en el otro y así día a día, estoy poniendo cada cosa en su lugar con el valor que les corresponde a cada una.
En este momento continúo con ella esporádicamente, pues, esta profesional ha logrado bajar de mi psiquis los conflictos que tenía tapados y eso ha hecho un milagro al reconocerlo, ya es un problema menos que tiene que resolver el cuerpo, porque todo baja al físico.
Gracias Gisele por tu saber y por tener ese don de conectar con el alma de tus pacientes.
En esos momentos te sientes perdido, inseguro, eres consciente de que no tomas decisiones correctas, pero las tomas sin más, y algunas veces sin saber qué sientes al hacerlo, en otras palabras, puedes sentirte insensible, y eso es para mí, un síntoma de alarma.
Al empezar a trabajar con Gisele lo primero que fui consciente es que no lo iba a solucionar en un día ni en un mes. Necesitamos tiempo para bucear en nuestro interior, poder ir paso a paso con las directrices que te indica, como luces de un faro en un día de niebla, no hay que correr.
Al cabo de unas cuantas sesiones empiezas a ver el resultado, a dedicar tiempo a uno mismo, a madurar y a tener la sensación de tomar de nuevo las riendas de tu vida. Ahora si hay algún momento de mi vida en las que me surgen de nuevo esas sensaciones, no dudo en “pasar una ITV personal”.
Gracias por tu trabajo y dedicación.
Recuerdo mi primer día de terapia, pequeñito, asustado, desesperado, cansado…. El primer día lloré hasta que no me salieron las palabras pero al salir entendí que iba a aprender a convivir con aquel dolor que parecía interminable e insoportable, supe que estaba en el lugar correcto, con la persona correcta.
Pude cerrar etapas, traumas, malos recuerdos, inseguridades, aprendí a quedarme con la parte buena y entendí que las cosas siempre pasan por algo.
Gracias a Gisele, pude encontrar un espacio seguro donde abrirme no suponía un mayor esfuerzo, donde no se me juzgaba. Gracias a ella, su cercanía, amabilidad, humanidad y gran profesionalidad, pude soplar fuerte y quitar las nubes que no me dejaban ver más allá.
Hoy tengo 22 años y estoy lleno de vida, de proyectos, de sueños, he conseguido metas que ni yo mismo pensaba realmente que llegaría tan pronto…
Hoy tengo una estrella en el cielo que me guía, mi tía (Tati), acepté que el dolor de no poder tenerla aquí conmigo no se iba a ir nunca, que está en cada paso que doy, en cada meta que alcanzo, en cada ratito en familia y amigos, está en cada rincón de mi casa, cada km que hago con mi coche, está en cada segundo que paso respirando, en cada latido… duele y va a doler siempre, eso es una realidad, pero quiero que ella esté orgullosa, quiero seguir comiéndome la vida y quiero dedicarle que seguí luchando.
Tras la terapia aprendí a gestionar emociones, a ver posibilidades, donde antes veía puertas cerradas; a confiar en mí y a disfrutar de los momentos por pequeños que fueran, que me brindaba la vida.
Ahora doy gracias todos los días por lo que tengo y a dónde he llegado e intento vivir en armonía y equilibrio con los altibajos que se van presentando.
Conectar con tu terapeuta es fundamental para el éxito de la terapia y yo tuve la gran suerte de que me ocurriera con Gisele A.
Sabía que luchar no iba a ser fácil; no me reconocía en el espejo, si es que lograba ponerme frente a él. Mi cuerpo apenas funcionaba, dentro de mi mente mi ser se tambaleaba de un lado a otro sin permitirme ver la salida con claridad. Poco a poco, tanto sufrimiento comenzó a debilitar mi voluntad y tiré la toalla. Fue en ese momento donde Gisele entró en mi vida. Era completamente reacio a los tratamientos con psicólogos, aunque los respetaba mucho. Sentía que no lo necesitaba, ya que con un poco de inteligencia y lógica eran suficientes para enmendar cualquier problema del alma.
No fue la primera psicóloga que se presentó en mi casa, no solían durar más de una sesión, pero el día que conocí a Gisele lo supe al instante, algo en sus preguntas lograban captar mi atención. Cada sesión era distinta, las charlas eran enriquecedoras y poco a poco me iba liberando de esa cárcel mental que había construido en tantos años oscuros. Ira, odio, vergüenza, mucha tristeza. Sabía que luchar no iba a ser fácil. Necesitaba ese impulso que conseguí con ella para poder centrarme en mi físico y mejorarlo. En la cadena que he creado para volver a ser yo, Gisele ha sido uno de los eslabones más importantes.
Desde entonces soy más feliz y desde que me dio el alta no he vuelto a tener que necesitar ayuda psicológica.
Me sentí perdida, con ganas de huir de todo.
Encontrarme a Gisele fue una de las mejores cosas que me pasaron, mi primer pensamiento fue que debería haber empezado a ir antes. Al principio todo estaba oscuro, pero cada semana, salía de la consulta con pensamientos nuevos, y con mucha fuerza de seguir avanzando en el proceso.
El camino es largo, pero os aseguro que tiene un fin. Ahora me siento mejor que nunca, he mejorado en todos los aspectos de la vida, pienso en mí, sin perder lo que soy.
Gracias Gisele
Llegué a mis primeras sesiones sintiéndome; hundida, culpable, herida, triste, insegura, pérdida, resentida, víctima, súper vulnerable y aunque me acompañaron siempre, interiormente en soledad. "Todo perdió el sentido"
Tras un largo viaje por mis vivencias y sentimientos, comprendí el origen de mis heridas y algunos porqués de mi personalidad y forma de actuar.
Con un trato excepcional y paso a paso, comenzaron a llegar los resultados; empecé a mejorar mi forma de pensar, más clara y real.
Ahora soy más consciente, entendí que todo está en mi cabeza. Las conductas o actitudes que no dependen de mí o son contrarias a mis pensamientos tampoco me causen impotencia, enfado o dolor.
También ha cambiado mi forma de relacionarme. Primero conmigo, me quiero, me trato con más cariño, me priorizo, evito máscaras y tengo menos vergüenza a mostrarme. Segundo hacia los demás, con más empatía y aceptando sin juzgar. Mi cabeza está en calma, serena. Ya no me cuesta soltar.
Me llevo bien con el silencio y mi soledad. Después del proceso, estoy en mi mejor versión.
<< Cuando te encuentras en medio de la tempestad y estás perdida, hacen falta, al menos, dos cosas, querer ver con claridad y encontrar un faro que reoriente tu rumbo. GRACIAS, GRACIAS Gisele, por la luz que tan a tiempo me distes >>
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Número de colegiado:
AO-07387
Asesoramiento psicológico en programas de televisión.
Proyecto APOL de Eduard Punset y con espacios divulgativos como FNAC o Espacio Cultural del Corte Inglés.

Reescribamos el guión de tu vida
Encuentra tu propósito, resuelve tus conflictos familiares y libérate de esas ataduras emocionales que no te dejan avanzar hacia el futuro.